EL AUTISMO

Es la incapacidad para establecer contacto habitual con las personas.  Encontramos en ellas dificultades para hablar, no miran a los ojos, no juegan con otros niños, se les hace difícil controlar sus emociones, no soportan los cambios de rutina, son distraídos, tienen movimientos repetitivos con las manos o cabeza, mecen constantemente sus cuerpos, hacen actividades fijas y son rutinarios.

No se ha establecido una única causa, las investigaciones actualmente se orientan hacia la genética, aunque otros mencionan algunos virus como posibles causas entre ellos la rubéola y el citomegalovirus.

No hay un medicamento específico para el control del autismo en sí, pero si los hay para mejorar algunos síntomas como hiperactividad, los trastornos del sueño, los berrinches severos, la falta de atención, por lo que el niño debe mantener control médico.

Estos niños deben recibir terapia desde la más temprana edad, apenas se haya identificado el problema.

Los padres por aparte deben recibir capacitación para entender y comprender las conductas que tienen los niños autistas y en algunos casos muy severos tienen que enfrentar berrinches imprevisibles, alimentarlos, vestirlos y cambiarlos hasta que el niño lo aprenda por el mismo por lo que estos significa tener paciencia, dedicación, amor y persistencia para poco a poco las cosas serán más sencillas de una manera sistemática.


















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